Encargos:
Los
encargos
pueden efectuarse por correo electrónico, o, previo acuerdo,
por
otras vías, como p. ej. telefax o correo. En cualquier caso,
para comenzar el trabajo, es imprescindible disponer de un encargo por
escrito así como de la información de
contacto
completa del cliente. Un encargo solamente se considera aceptado
después de la correspondiente confirmación por
escrito.
Formatos:
Todos los formatos de archivo habituales (MS Office, OpenOffice, HTML, etc.), PDF, documentación escaneada, documentos remitidos por telefax, originales.
Formatos:
Todos los formatos de archivo habituales (MS Office, OpenOffice, HTML, etc.), PDF, documentación escaneada, documentos remitidos por telefax, originales.
Presupuesto / facturación:
Si fuera posible, las traducciones se facturan según el número de palabras contenidas en el texto original. Así, ya antes de encargar la traducción Ud. dispondrá de un presupuesto en firme. En caso de archivos o documentos, para los cuales no es posible un recuento de palabras en el formato de origen, se elabora un presupuesto aproximado. La factura definitiva se basará entonces en el recuento de palabras en la traducción. En su caso, también es posible acordar un precio alzado.
Pago:
En
el caso de
clientes nuevos podría exigirse un pago por adelantado antes
de
comenzar el trabajo. El pago debe efectuarse, si no hay acuerdo en
contra, mediante transferencia al número de cuenta indicado
a
tal efecto. Otras modalidades de pago a convenir.
En caso de colaboración habitual se pueden negociar condiciones de pago individuales.
Otros:
En
caso de mora en el pago me reservo el derecho de cobrar intereses de
mora y gastos de administración. El pago fuera de plazo
además tiene como consecuencia que encargos posteriores
solamente se tramitarán una vez conste la entrada del
importe
pendiente.
Se da preferencia a la comunicación por correo electrónico, que normalmente transcurre sin pérdidas de tiempo y evita malentendidos. Por supuesto, en caso de necesidad también se podrá recurrir al teléfono o telefax.
Se da preferencia a la comunicación por correo electrónico, que normalmente transcurre sin pérdidas de tiempo y evita malentendidos. Por supuesto, en caso de necesidad también se podrá recurrir al teléfono o telefax.